Por René Garreaud Salazar
Subdirector Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, profesor titular Departamento de Geofísica FCFM Universidad de Chile.
Ya estamos cerrando el año, el cual terminó con déficit pluviométricos en gran parte de Chile central, agregando un nuevo año a la megasequía que comenzó el 2010. Por ejemplo, en Santiago solo se acumularon 157 mm, menos de la mitad de un año promedio, y en Chillán el déficit alcanza el 30% (unos 300 mm por debajo del promedio). El déficit ocurrió mayormente en otoño e invierno, pues la primavera ha estado muy activa en cuanto a tormentas y con precipitaciones por encima de lo normal, en conexión con el establecimiento de El Niño (moderado) en el Pacifico tropical.
Tanto el déficit de invierno como el superávit de primavera fueron correctamente anticipados por las predicciones climáticas realizadas por la Dirección Meteorológica de Chile, entre otros centros operacionales. ¿Cómo se hacen estas predicciones con varios meses de anticipación?