Cápsula climática: ¿Cuál es el aporte de la electromovilidad a la reducción de emisiones contaminantes?

2061

Asesoría científica: Mauricio Osses / Edición: equipo Cápsula Climática

La electromovilidad se refiere a las tecnologías que permiten que los medios de transporte se impulsen con energía eléctrica. Esto es beneficioso para reducir las emisiones, pues los vehículos eléctricos no emiten contaminantes locales ni sustancias precursoras del cambio climático. En el caso de Chile, el sector del transporte terrestre en ruta aporta un 21% de emisiones de CO2, por lo que el paso a vehículos eléctricos sería favorable desde el punto de vista de cambio climático y de la calidad del aire a nivel local. Aun así, pese a que el ciclo de vida de estos vehículos tiene menores emisiones que aquellos con motor de combustión interna, esto ocurrirá siempre que la energía provenga de fuentes renovables sin utilización de combustibles fósiles.

En el caso de Chile, los vehículos de combustión interna, principalmente los del sector transporte terrestre en ruta, aportan con un 21% de las emisiones globales de CO2 (Ministerio del Medio Ambiente, 2018) y 5% de carbono negro (Valdebenito, 2017). Con respecto a las contaminantes locales en zonas urbanas, el transporte es responsable de una fracción importante de las emisiones de material particulado y óxidos de nitrógeno (NOx). En Santiago, el material particulado directo producido alcanzó un 20% el año 2015, donde buses y camiones representan un 4% y un 23%, respectivamente (Ministerio del Medio Ambiente, 2016).

Sin embargo, nuestro país ha estado a la vanguardia a nivel regional en las medidas de reducción de emisiones del transporte, especialmente en la calidad de los combustibles, exigiendo estándares para vehículos nuevos y control periódico para aquellos en uso. Esto ha permitido reducir las emisiones de contaminantes locales, pero no así la huella de CO2 del sector, debido a que esas medidas no impactan el consumo de combustible, que está directamente relacionado con sus emisiones (Gallardo et al, 2018). Si a estos esfuerzos se sumara el reemplazo de los actuales vehículos por vehículos eléctricos energizados con una matriz limpia, se podría reducir aún más el material particulado y NOx emitido, disminuyendo, a la vez, las emisiones de CO2 y carbono negro (Nicolau, 2014).

La tecnología eléctrica para el transporte público en ciudades ya se encuentra disponible, siendo rápidamente adoptada por el mercado. De hecho, sus ventas muestran una fuerte tendencia al aumento. No obstante, la electromovilidad para vehículos pesados o de alta demanda energética (eg. camiones de alto tonelaje, barco y aviones) requieren de una tecnología de almacenamiento con mayor densidad energética que las actuales baterías químicas en base a litio. El hidrógeno con celdas de combustible podría ser la respuesta, pero es una tecnología emergente que aún es poco competitiva en el mercado, aunque con un alto potencial de desarrollo en el mediano plazo (Araneda, 2019)

Considerando que a nivel a nacional el transporte público emite un 2% de CO2 y el privado un 19%, con 55.000 buses de un total de 5.190.704 vehículos motorizados en Chile al año 2017 (INE 2018), el gobierno chileno ha propuesto que el transporte público y privado sea 100% eléctrico al año 2040 y 2050, respectivamente. Además, se espera tener 2.430 vehículos eléctricos a fines del año 2022, diez veces más que el 2018 (Ministerio de Energía, 2018).

Pese a los beneficios de los vehículos eléctricos, un correcto análisis de su cálculo de emisiones debe abordar todo el ciclo de vida de estos, desde la producción de sus componentes, su vida útil y el reciclaje final. Además, serán un aporte en la medida que se renueve el parque automotriz, en plazos acotados y que la electricidad provenga de una matriz energética sostenible, con baja o nula participación de centrales térmicas en base a combustibles fósiles.

Referencias

Ministerio de Energía Chile (2018). Ruta Energética 2018-2022, http://www.energia.gob.cl/rutaenergetica2018-2022.pdf

Ministerio de Medio Ambiente Chile (2016). Actualización para proyecto definitivo del análisis general del impacto económico y social del Plan de Prevención y Descontaminación de la Región Metropolitana, http://planesynormas.mma.gob.cl/archivos/2016/proyectos/639-679.pdf

Ministerio de Medio Ambiente Chile (2018). Tercer Informe Bienal de Actualización de Chile sobre Cambio Climático, https://mma.gob.cl/wp-content/uploads/2018/12/3rd-BUR-Chile-SPanish.pdf

Valdebenito, Víctor (2017). Determinación de emisiones de Carbono Negro a partir de emisiones de material particulado fino en vehículos diésel. Memoria para optar al título de Ingeniero Civil Mecánico, Universidad Técnica Federico Santa María. Profesor guía Mauricio Osses.

Gallardo, L., Barraza, F., Ceballos, A., Galleguillos, M., Huneeus, N., Lambert, F., Ibarra, C., Munizaga, M., O’Ryan, R., Osses, M., Tolvett, S., Urquiza, A., Véliz, K. (2018). Evolution of air quality in Santiago: The role of mobility and lessons from the science-policy interfaceElem Sci Anth (Elementa; Science of the Anthropocene), 6(1), 38.

Araneda, Lucas (2019). Protocolo de adaptación de cargador frontal minero para operar con celdas de combustible a hidrógeno como fuente de potencia. Memoria para optar al título de Ingeniero Civil Mecánico, Universidad Técnica Federico Santa María. Profesor guía Mauricio Osses.

Nicolau, Eduardo (2014). Proyección y evaluación del consumo energético y emisiones del sector transporte en Chile, Memoria para optar al título de Ingeniero Civil Mecánico, Universidad Técnica Federico Santa María. Profesor guía Mauricio Osses.

Instituto Nacional de Estadísticas, INE (2018), Número de vehículos en circulación por uso, según región año 2018.