La también integrante del Consejo Asesor Presidencial de la cumbre afirma que los investigadores aún no saben si viajarán a Madrid, tras el cambio de sede del evento.
Por Patricio Miranda Humeres
Como una «generalizada sensación de frustración y pena».
Así define Maisa Rojas, coordinadora del grupo científico de la COP25, el momento en que, junto a sus colegas supo, hace poco más de una semana, que Chile declinaba ser la sede de la cumbre más importante sobre cambio climático.
«Unos días antes de enterarnos, cuando ya había ocurrido el estallido social, todo el mundo opinaba que era muy necesario seguir trabajando y mantener el foco en mostrar la evidencia científica», dice.
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