Anahí Urquiza, integrante del Comité Estratégico de H2V: “Chile transmite una imagen atractiva para desarrollar la transición energética” (Marca Chile)

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Nuestro país se sitúa como uno de los 20 países mejor preparados para la transición energética según el World Economic Forum. La académica de la U. de Chile e investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, Anahí Urquiza, explica los motivos detrás de este avance y los desafíos actuales.

Con un salto de 10 puestos, Chile destaca como uno de los 20 países mejor preparados para la transición energética (20°), según el Índice de Transición Energética (ETI) que realiza cada año el World Economic Forum.

El ETI compara a 120 países en función del desempeño actual de su sistema energético y el grado de preparación de sus entornos, y en la región, Chile sólo es superado por Brasil, que ocupa el puesto número 12. Suecia lidera el ránking y en la última década, solo 30 países han mostrado avances de más de 10%.

El informe sostiene que la falta de un progreso consistente y equilibrado pone de relieve el desafío que enfrentan muchos países, debido a la creciente complejidad de los panoramas macroeconómicos y las tensiones geopolíticas. En ese sentido, quisimos indagar en cuáles son las condiciones que han permitido que Chile avance en este indicador.

“El compromiso transversal con la descarbonización de la matriz energética, el desarrollo de orientaciones estratégicas de largo plazo y la capacidad de innovación ha permitido un avance sistemático del país en la transición energética”, sostiene la académica de la Universidad de Chile, investigadora del Centro de Ciencias del Clima y la Resiliencia, e integrante del Comité Estratégico de Hidrógeno Verde, Anahí Urquiza, quien destaca también la colaboración público privada: “son estos esfuerzos colaborativos los que han permitido avanzar en la transición energética”.

Chile ha avanzado sostenidamente en el Índice de Transición Energética del World Economic Forum. A su juicio, ¿cuáles son los principales factores que han permitido esto? 

Nuestro país tiene condiciones geográficas muy favorables para la generación de energías renovables. Sol, viento, agua y geotermia permiten contar con una amplia generación de este tipo a lo largo del país. Paralelamente, el compromiso transversal con la descarbonización de la matriz energética, el desarrollo de orientaciones estratégicas de largo plazo y la capacidad de innovación ha permitido un avance sistemático del país en la transición energética.

¿Qué rol ha jugado en esto la colaboración público-privada? 

En Chile se han desarrollado diferentes espacios de colaboración público-privado que han permitido articular a los actores relevantes de los diferentes sectores, generar redes de trabajo, confianzas y diálogo para construir horizontes comunes. Acá fue clave el proceso de planificación Energía2050. Son estos esfuerzos colaborativos los que han permitido avanzar en la transición energética, en un contexto donde, si el Estado estuviera solo, la capacidad de planificación sería limitada.

⁠En los últimos años han aumentado los proyectos de energías limpias. ¿Cuál es el rol estratégico que juega nuestro país en este desafío global? ¿Qué imagen es la que Chile transmite al mundo?

Chile transmite una imagen atractiva para la transición energética, tanto por su potencial de generación como por su estabilidad institucional. Paralelamente se ha posicionado como un posible productor de energías renovables para exportación, ya sea por la generación de renovables no convencionales como por otro tipo de combustibles producidos a partir de hidrógeno verde. Sin embargo, también se observan limitaciones por conflictividad en los territorios, limitaciones en la inversión de largo plazo y las dificultades de conectividad. Sin duda todos son aspectos abordables si lográramos desarrollar una mejor planificación de los territorios y una mayor inversión en desarrollos tecnológicos a nivel nacional.

¿Qué sectores son los más preparados actualmente en Chile para asumir la transición energética? 

Hoy día el sector de minería ha realizado importantes avances. Cada vez es más común que la actividad minera produzca su propia energía o potencie el desarrollo de energías renovables para su consumo. Esto ha permitido bajar la demanda de transmisión, pero al mismo tiempo ha posicionado la minería en el ámbito de la sustentabilidad.

⁠Suecia, Dinamarca y Finlandia lideran este ránking, ¿qué puede aprender Chile de estos países sobre su capacidad de generación de energías limpias?

Hay tres elementos clave que debemos aprender de ellos: la inversión de largo plazo en infraestructura habilitante, el fomento del desarrollo tecnológico y la generación de marcos regulatorios que aborden los diferentes ámbitos del sector (generación, transmisión, distribución) dando confianza a los diferentes actores del sistema. Lo importante de estos esfuerzos es que también avanzan en el desacople entre desarrollo económico y consumo energético, bajando la intensidad energética y logrando un uso más eficiente de los recursos. A pesar de que Chile no tiene las mismas condiciones económicas, institucionales y tecnológicas, sí contamos con múltiples recursos para avanzar en esta línea. Debemos avanzar en los desafíos pendientes con un foco de transición justa, protegiendo tanto a los territorios como a la ciudadanía en el proceso. | Leer en Marca Chile.