Análisis CR2 | Ahondando en el nuevo Reporte del IPCC: Impactos, vulnerabilidad y posibilidades de adaptación en Chile (1ra parte)

3151

Laura Ramajo, Investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 e Investigadora del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA)

El reciente informe de evaluación de cambio climático del IPCC sobre Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad entrega una importante y nueva cantidad de evidencia sobre las consecuencias del cambio climático en diferentes sectores y regiones del mundo. Los resultados son inequívocos: el cambio climático está afectando la naturaleza, las vidas de las personas y la infraestructura a nivel global, poniendo en peligro necesidades básicas como el agua y los alimentos de miles de millones de personas, y amenazando el objetivo de conseguir un desarrollo sustentable que evite alcanzar el límite de los 2 °C.

América Central y del Sur son fuertemente impactados por el cambio climático y destacan por su alta vulnerabilidad y exposición al cambio climático (Figura 1). Altos niveles de desigualdad y pobreza, niveles críticos de deforestación y pérdida de biodiversidad, junto a economías basadas en la explotación de recursos naturales, hacen que el cambio climático potencie las desigualdades económicas, étnicas y sociales ya presentes en la región. Además, la evidencia determina que los grupos humanos históricamente marginados, como los pueblos Indígenas, sufren de manera exacerbada los efectos del cambio climático en la región, pues, actualmente, ya están expuestos a la escasez de agua, la disminución de su producción agrícola y el desplazamiento de sus prácticas tradicionales (secciones 12.1.1, 12.2, 12.3, 12.5.5, 12.5.7, Castellanos et al., 2021).

Figura 1. El panel (a) evidencia los impactos del cambio climático observados en los ecosistemas. El grado de atribución del cambio climático se grafica con los círculos de colores, donde el blanco significa que hay evidencia limitada o insuficiente, y el círculo oscuro significa que el grado de atribución del cambio climático es alto. En el caso América Central y del Sur (recuadro rojo), los impactos del cambio climático en ecosistemas y sus especies es alto (más oscuro). El panel (b) evidencia los impactos del cambio climático observados en los sistemas humanos. El símbolo – significa un impacto adverso, y el símbolo ± que han existido tanto impactos adversos como positivos. Como se puede ver en la figura, la mayoría de los impactos en los distintos sectores (agricultura, pesquerías, salud mental, entre otros) han sido negativos. Fuente: Modificado de IPCC (2022).

Chile no es la excepción: Sequías, inundaciones y pérdida de glaciares

En el capítulo regional ‘América Central y del Sur’ se advierte del evidente aumento en la temperatura de Chile, la disminución de las precipitaciones, así como una mayor frecuencia e intensidad de olas de calor (Análisis (CR)2 | Hacia un mejor pronóstico de las olas de calor en la zona centro-sur de Chile) que ya han afectado la diversidad y estructura de los bosques a lo largo del país, favoreciendo la generación de incendios y creando condiciones para potenciales inundaciones y deslizamiento de tierras (Sección 12.3.7).

El futuro no es muy alentador sin acciones concretas, ambiciosas y urgentes.

A medida que las precipitaciones sigan disminuyendo[1] y las temperaturas continúen aumentando[2], la productividad de los bosques se reducirá, y la distribución geográfica de especies animales y vegetales también cambiará (Sección 12.3.7). Un dato importante, el bosque lluvioso valdiviano, un hotspot de biodiversidad (IPCC, 2022 (Cross-Chapter Box – Biodiversity hotspots)), sufrirá una importante pérdida de su cobertura vegetal.

Los ríos y sus caudales también han sufrido el impacto del incremento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones con importantes consecuencias en ciudades como Santiago de Chile, con una merma en la calidad y cantidad de agua que impactan sobre sectores productivos como la agricultura y ecosistemas de zonas áridas, el desierto y humedales. Los mayores impactos en la agricultura se prevén para las zonas norte y centro de Chile, donde se esperan importantes reducciones en el rendimiento de cultivos, y producción de frutales y bosques (sección 12.3.7.4.).

Las ciudades de Chile ya sufren los impactos del incremento de incendios y escasez de agua, pero también de impactos generados por lluvias extremas. Deslizamientos de tierras han afectado autopistas, carreteras locales e infraestructura de agua potable (sección 12.3.7.4). El aumento de la temperatura también ha provocado un aumento en la demanda de agua y energía, así como una mayor mortalidad de árboles en zonas urbanas.

Los glaciares del país muestran una de las pérdidas de masa de hielo más altas del mundo (desde 1985 se ha perdido hasta el 60 % de estos), lo que ha incrementado el área y el número de los lagos glaciares. Además, hay evidencia de un incremento en inundaciones repentinas de estos lagos, así como avalanchas de hielo y rocas de las cubiertas de hielo de los volcanes como consecuencia del aumento de las temperaturas (sección 12.3.7.4, 12.3.8.4).

Impacto en la zona costera

Los ecosistemas e infraestructuras costeras de Chile también muestran cambios. Un aumento de la altura de las olas de hasta un 20 % ha sido registrado en los últimos 60 años, y el nivel del mar desde 1982 ha incrementado 5 milímetros por año en la costa central con aumentos mucho mayores en algunas ocasiones (por ejemplo, hasta 20 milímetros ante la presencia de los eventos del El Niño en 1982 y 1997). Bajo un escenario pesimista (RCP8.5), el nivel del mar podría aumentar hasta 74 centímetros (sección 12.3.7.1).

Los vientos costeros también están cambiando y aumentando, favoreciendo la disminución del área de playa e impactando la infraestructura costera. El aumento en la intensidad de la surgencia costera a lo largo del país, principalmente en la zona centro-sur, está cambiando la estructura de las comunidades, la fisiología, y la sobrevivencia de especies y recursos marinos (Sección 12.5.2).

Contaminación

En relación a la contaminación del aire, el aumento de las temperaturas y las olas de calor, ya existe un impacto en la salud de las personas. Se reporta un mayor número de enfermedades respiratorias y cardiovasculares que afectan principalmente a niños, niñas y personas mayores. Aunque algunos estudios alertan de un aumento de condiciones idóneas para la expansión de enfermedades como el Chagas y su transmisibilidad, todavía existen muy pocos estudios en Chile que aborden estos impactos (observados y proyectados) (Sección 12.3.7).

Razones de la vulnerabilidad del país

Los cambios están ocurriendo demasiado rápido, lo que deja poco margen para que las especies y los ecosistemas de Chile se adapten a los cambios de temperatura, la disminución de las precipitaciones, entre otros.

Es claro que aquellos ecosistemas terrestres dominados por especies no nativas, como el pino, con suelos degradados y poca heterogeneidad, son (y serán) más afectados por el cambio climático. El actual cambio de suelo junto con la aforestación artificial con especies no nativas, la deforestación y la urbanización, han provocado un daño y envejecimiento de los bosques que reduce su capacidad para mitigar el cambio climático (Sección 12.3.7.2: 12.3.7.3).

La débil gobernanza en torno al agua, basada principalmente en aspectos de mercado, incrementa el riesgo a sufrir escasez hídrica, lo que afecta principalmente a las comunidades rurales. De hecho, la agricultura a gran escala ha incrementado la vulnerabilidad al cambio climático, esto debido al uso de prácticas no tradicionales, y la homogenización del paisaje con el reemplazo de especies nativas por exóticas que requieren más agua, lo que pone en peligro a este sector productivo tan importante para Chile, así como su seguridad alimentaria (Sección 12.3.7.2: 12.3.7.3).

La actividad económica relacionada con la minería, altamente dependiente a la disponibilidad de agua, también es altamente vulnerable a sufrir los impactos del cambio climático (Sección 12.3.7.2: 12.3.7.3).

Pese a que Chile ha experimentado un crecimiento económico importante que ha reducido la pobreza, todavía existen importantes desigualdades en torno a ingresos, salud, educación, entre otros. Y, justamente, la exposición y vulnerabilidad a sufrir problemas psicosociales frente a al cambio climático y otros desastres están relacionados con el factor socioeconómico, geográfico, de género y etnia.

Hay que adaptarse, y rápido

La evidencia identifica que la planificación y la implementación de acciones de adaptación han aumentando en todas las regiones del planeta, ecosistemas y sectores productivos. También en Chile, al día de hoy, existe una mayor conciencia pública y política sobre los impactos y los riesgos climáticos, así como de las fuentes que generan vulnerabilidad y aumentan la exposición. Sobre las herramientas, proyectos pilotos y experiencias locales se discutirá en un próximo análisis.

Notas

[1] El Grupo de trabajo I y II del IPCC alerta de un incremento en la frecuencia y severidad de las sequías.

[2] Para el año 2050 se proyecta un calentamiento de más de un grado para todo Chile -esto bajo un escenario RCP4.5-, un aumento de cinco a diez veces en el número de olas de calor, y mayores condiciones secas para las zonas norte y centro del país.