Cápsula climática: ¿Qué es la carbono neutralidad?

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    Los gases de efecto invernadero[1] (GEI) se encuentran de manera natural en la atmósfera terrestre y absorben la energía térmica emitida por el sol y por la superficie del planeta. Los GEI irradian esta energía produciendo lo que se conoce como efecto invernadero, que ha generado una temperatura idónea para permitir la evolución de la vida en la Tierra.

    Sin embargo, este proceso natural ha sido perturbado por la acción humana, ya que las actividades sociales y productivas han provocado una mayor concentración de GEI en la atmósfera, lo que aumenta la temperatura superficial del planeta. Las emisiones más abundantes son de dióxido de carbono (CO2), que permanece por decenas de años a siglos en la atmósfera.

    El Acuerdo de París de 2015 estableció objetivos y directrices internacionales para la mitigación de emisiones de GEI y la adaptación a los efectos del cambio climático. Chile ratificó este Acuerdo en el año 2017 y se ha puesto como meta lograr la carbono neutralidad a más tardar al año 2050, la que ha quedado establecida en la Ley Marco de Cambio Climático y en los compromisos ante los organismos internacionales, principalmente, en las contribuciones nacionalmente determinadas (NDC, por sus siglas en inglés).

    La carbono neutralidad[2] es una meta que se puede definir a distintos niveles (internacional, nacional, etc). Implica alcanzar un punto de equilibrio entre las emisiones de GEI producidas por las actividades humanas y la captura que realizan los ecosistemas, como los bosques nativos, humedales, turberas y bosques de macroalgas. Al alcanzar este balance entre emisiones y capturas, se evita aumentar la concentración de GEI en la atmósfera, lo que frena el calentamiento global.

    Las emisiones de GEI que se consideran en estos acuerdos son aquellas directamente relacionadas con las actividades humanas y que se contabilizan en los Inventarios Nacionales (INGEI), como la generación de electricidad que usamos de manera doméstica e industrial, y los combustibles fósiles que se refinan y usamos para transporte. Además, se incluyen aquellas producidas por los procesos industriales, la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra, y también los residuos.

    El componente que contrarresta estas emisiones son las capturas. En los INGEI se contabilizan las capturas realizadas por aquellos ecosistemas gestionados por los seres humanos, por ejemplo, zonas protegidas o en restauración y también las plantaciones forestales. Los ecosistemas naturales pueden amortiguar en gran medida las emisiones provenientes de los sectores energía e industriales, lo representa una ventaja para Chile que posee vastas superficies vegetadas.

    Una estimación precisa de la capacidad de captura y de retención del carbono que realizan los ecosistemas es esencial para definir e implementar acciones para lograr la meta de carbono neutralidad. En este sentido, Chile enfrenta un desafío asociado la cuantificación del potencial de captura de carbono de los ecosistemas, en especial aquellos menos estudiados como los ecosistemas costeros y marinos, los humedales costeros y bosques de macroalgas[3].

    Notas

    [1] Entre los principales GEI se encuentran el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4), el ozono (O3) y los clorofluorocarbonos 11 y 12.

    [2] Usamos carbono neutralidad como dos palabras separadas dado que así está escrito en la Contribución Determinada a Nivel Nacional de Chile (https://mma.gob.cl/wp-content/uploads/2020/04/NDC_Chile_2020_español-1.pdf), no obstante, la recomendación de la RAE es usar carbononeutralidad (https://www.fundeu.es/recomendacion/neutralidad-en-carbono-o-carbononeutralidad-no-carbono-neutralidad/).

    [3] Farías, L., K. Ubilla, C. Aguirre, L. Bedriñana, R. Cienfuegos, V. Delgado, C. Fernández, M. Fernández, A. Gaxiola, H. González, R. Hucke-Gaete, P. Marquet, V. Montecino, C. Morales, D. Narváez, M. Osses, B. Peceño, E. Quiroga, L. Ramajo, H. Sepúlveda, D. Soto, J. Valencia, E. Vargas, F. Viddi. (2019). Nueve medidas basadas en el océano para las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional de Chile. Informe de la mesa Océanos. Santiago: Comité científico COP25; Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. https://cdn.digital.gob.cl/filer_public/f8/68/f8681032-771f-4666-b745-5c41552de2d8/16oceanos-nueve-soluciones-para-las-ndc.pdf