(La Tercera, 12 de dic) Cada chileno emite en promedio 5,3 toneladas de gases al año, 40% más que hace 20 años.
por Cristina Espinoza
Chile es uno de los países que menos contribuye a la emisión global de gases de efecto invernadero (0,26%), sin embargo, por habitante, su aporte es uno de los más altos de la región y ha crecido 40% en 20 años.
Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero 1990-2010, preparado por la Oficina de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente para ser presentado en la COP 20, las emisiones totales de Chile subieron de 49,8 millones de toneladas en 1990 a 91,5 millones en 2010. Un alza de 83,5%, que significó pasar de 3,8 toneladas per cápita en los 90 a 5,3 toneladas en 2010, según calculó Laura Farías, académica de la U. de Concepción y del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2). En Latinoamérica, Chile sólo es superado por Venezuela (6,9), cuya matriz energética es petrolera.
“El número que importa, finalmente, es el total (de emisiones), ya que al ser un fenómeno global afecta a todo el planeta, independiente de donde venga. Pero la emisión per cápita te dice que tan peligrosos somos los chilenos en el contexto global. Estamos a la altura de Argentina (4,5) -que tiene una industria ganadera que emite metano-, pero duplica lo de Brasil (2,2) y Colombia (1,6). Es mucho para un país no industrializado”, dice la investigadora. La causa, agrega, está en la generación eléctrica. “El país necesita más energía y usa energías sucias”.
Según el inventario, el sector suma el 74,7% de las emisiones de GEI totales, seguido por Agricultura (15,1%).
El sector energético en Chile está compuesto fundamentalmente por combustibles fósiles que, según el Ministerio de Energía, representaron el 82,6% del balance de energía primaria para el 2010. Desde 1990, las emisiones del sector energético han subido 104%.
“Hay una correlación entre PIB y emisiones. El desafío es desacoplar el crecimiento económico del alza de emisiones, adoptando energías limpias”, dice Laura Gallardo, directora del CR2.
De no tomar medidas, para 2020 Chile emitiría entre 124,3 y 180 millones de toneladas anuales (dependiendo del crecimiento económico), más del doble de lo actual, según calculó el proyecto MAPS (Mitigation Action Plans and Scenarios). Cumplir con el 20% de reducción que la presidenta Bachelet reiteró en la COP 20, significa bajar entre 25 y 35 millones de toneladas para esa fecha.
Fernando Farías, jefe de la Oficina de Cambio Climático del MMA, dice que la reducción de emisiones al 2013 varía entre 1,8 y 5,06 millones de toneladas de CO2 equivalentes, una reducción de entre 2,3% y 6,5%, respecto a 2007. Dice que MAPS calculó en 4,3 toneladas las emisiones per cápita en 2013, “cercano al promedio de las emisiones per cápita a nivel mundial”. Sin embargo, dice que se prevé que el indicador aumente, por el alza en las emisiones y el menor crecimiento poblacional, pero espera que la inclusión de medidas de mitigación lo estabilicen.