Según la investigación del World Weather Atribution, existen 3 factores principales que influyeron en la rápida propagación de los incendios: el mal manejo de suelos debido a los monocultivos forestales, a las tomas en sectores boscosos, y a la falta de planes de manejo y prevención por parte de las autoridades.
Un reporte preparado por investigadores de 7 países concluyó que los devastadores incendios que consumieron amplias zonas de Viña del Mar, Quilpué, Limache y Villa Alegre no fueron consecuencia del cambio climático, sino del manejo irresponsable del terreno y de la falta de planes de prevención de desastres.
La información fue entregada por la World Weather Atribution (WWA), un organismo de colaboración científica con base en el Imperial College de Londres, dedicado a examinar eventos climáticos extremos en todo el mundo, y descartar o confirmar la influencia en ellos del cambio climático.
En el caso de nuestro país, fueron especialistas de Chile, Brasil, Colombia, Países Bajos, Alemania, Suecia y Reino Unido quienes analizaron la información disponible sobre los incendios del 2 de febrero para determinar si, más allá de su posible origen intencional, su rápida propagación y letalidad –con ya 134 víctimas fatales– se debió a un cambio de condiciones fruto del cambio climático.
Los investigadores sin embargo, concluyeron que ni el cambio climático ni la estacionalidad de la corriente de El Niño tuvieron una incidencia significativa en la inusual voracidad de las llamas.
Más aún, los responsables indicaron que la costa chilena es uno de los pocos lugares en el mundo donde el cambio climático está provocando un ligero descenso de las temperaturas, debido a que la mayor fuerza de los vientos empuja grandes masas de agua fría desde el océano Pacífico hacia la costa.
“Estas aguas frías sustituyen a las aguas cálidas superficiales en un proceso denominado ‘afloramiento’, que provoca bajas temperaturas a lo largo de la costa, a diferencia del interior de Chile y del resto de Sudamérica”, indicó Tomás Carrasco, del Centro de Investigación en Clima y Resiliencia (CR2) de la Universidad de Chile y coautor de la investigación.
“Este complejo patrón de tendencias no se traduce ni en una disminución ni en un aumento de las condiciones meteorológicas superficiales que provocan los incendios forestales“, sentenció el informe, según recoge el diario argentino, La Nación.
Pero dejando de lado los últimos siniestros de Valparaíso, los científicos advierten que los riesgos del cambio climático debe tomarse con mucha seriedad. “A menos que el mundo detenga cuanto antes la quema de combustibles fósiles, el riesgo de incendios irá en aumento”, advirtieron.
Entonces, ¿qué alimentó tan poderosamente los incendios de Viña del Mar? Según el mismo reporte, la negligencia directa del ser humano.
Pésimo manejo de suelos y falta de planes de prevención de incendios
Según la investigación del World Weather Atribution, existen 3 factores principales que influyeron en la rápida propagación de los incendios: el mal manejo de suelos debido a los monocultivos forestales, a las tomas en sectores donde predominan bosques, y a la falta de planes de manejo y prevención por parte de las autoridades.
“A lo largo del área que estudiamos, el riesgo de incendio está aumentando cada vez más debido a las actuales prácticas de manejo de los terrenos, como la expansión de áreas donde intersectan zonas urbanas y forestales -incluyendo el crecimiento de asentamientos informales (tomas) en zonas boscosas- y a la práctica masiva de reemplazar plantaciones de bosque nativo por especies foráneas y de monocultivos de pino y eucaliptus, los cuales son mucho más inflamables que la vegetación nativa”, recoge el medio galo France24 del texto.
“La (escasa) inversión actual en prevención de incendios, junto a una (equivocada) percepción de bajo riesgo de los residentes de zonas en peligro de quemarse, han probado ser ineficaces en mitigar los riesgos de incendio”, escriben directamente los autores.
A ello, se suma la escasa planificación de las autoridades en prevenir los siniestros, que la WWA califica directamente como “inadecuadas”, un tema por el que Contraloría ya ofició a los municipios de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana.
“Las medidas para contrarrestar el creciente riesgo de incendio deberían incluir una mejor en la planificación de la ocupación de los espacios; una verdadera coordinación, disposición de recursos e involucramiento de la comunidad en los cambios necesarios y prevención de incendios; así como campañas de difusión que llamen la atención sobre los riesgos”, concluye el reporte.
“A salvo de las llamas mortales, el efectivo programa piloto contra incendios de la Villa Botania demuestra el potencial para salvar vidas de la preparación, incluyendo medidas como control de vegetación realizado por la propia comunidad, puntos de disponibilidad de agua a lo largo del terreno, y un entrenamiento de emergencias robusto”, recuerdan. | Leer en Radio Bío Bío.