Según el análisis, tuvo un mayor impacto el mal uso del suelo en la zona, con la expansión en las últimas décadas de monocultivos.
Ni el cambio climático ni el fenómeno de El Niño fueron determinantes en los devastadores incendios forestales que ocurrieron a inicios de febrero en la Región de Valparaíso, el que rápidamente se convirtió en el segundo más letal del siglo en el mundo.
A pesar de que muchas personas apuntaron de inmediato a estos dos factores como los posibles culpables, su impacto no fue tal según una investigación divulgada el jueves por científicos de la asociación World Weather Attribution (WWA).
En Valparaíso centro, «las condiciones de calor, sequedad y viento no están cambiando actualmente», dice el estudio elaborado por un grupo internacional de expertos que analizan los efectos del cambio climático en fenómenos meteorológicos extremos. Las llamas comenzaron el 2 de febrero, cuando diversos focos incendiarios se desataron simultáneamente en los alrededores de la ciudad costera de Viña del Mar.
Rápidamente los cerros sobrepoblados fueron cenizas, cobrando la vida de 133 personas y destruyendo unas siete mil casas. Los investigadores del WWA creen que es «probable que el enfriamiento local a lo largo de la costa del centro-norte de Chile explique por qué actualmente no hay un claro aumento de las condiciones de calor, sequedad y viento».
Según el estudio, el litoral chileno «es uno de los pocos lugares del mundo donde el cambio climático está provocando un ligero descenso medio anual de las temperaturas del aire», por un fenómeno que provoca vientos más fuertes, los cuales empujan aguas profundas y frías hacia la costa local. Estas aguas frías «sustituyen a las aguas cálidas superficiales en un proceso denominado ‘afloramiento’, que provoca bajas temperaturas a lo largo de la costa, a diferencia del interior de Chile y del resto de Sudamérica».
«Este complejo patrón de tendencias no se traduce ni en una disminución ni en un aumento de las condiciones meteorológicas superficiales que provocan los incendios forestales», sostuvo Tomás Carrasco, del Centro de Investigación en Clima y Resiliencia de la Universidad de Chile y coautor de la investigación.
Pero si el calentamiento global tiene un incremento de 2°C «es probable que el clima propenso a los incendios se vuelva más intenso alrededor de Viña del Mar y Valparaíso», planteó Carrasco. Los investigadores también constataron que el fenómeno de El Niño -que eleva la temperatura del océano Pacífico generando sequías e inundaciones, «no tuvo una influencia significativa en la meteorología de los incendios».
En cambio, sí tuvo un mayor impacto el mal uso del suelo en la zona, con la expansión en las últimas décadas de monocultivos de pino y eucaliptos -más inflamables que la vegetación nativa-, los cuales «están aumentando enormemente el riesgo tanto de ignición como de propagación de los incendios en muchas regiones de Chile», explicaron. Las autoridades también investigan si los incendios fueron provocados intencionalmente o por descuido. | Leer en El Mercurio.