Carta al director, escrita por la investigadora CR2, Laura Ramajo.
Es necesario cambiar la narrativa, ya que la forma en que relatamos los hechos construye realidades. Y la realidad es que los desastres no son naturales. El cambio climático es una amenaza constante que nos pone (y pondrá) a prueba día tras día, y entre otras amenazas conlleva un aumento en la intensidad y frecuencia de eventos extremos. Para revertir el cambio climático hay que reducir las emisiones de gases de invernadero urgentemente, mientras esto no pase las consecuencias las debemos abordar desde la adaptación y la gestión del riesgo de desastres con el fin de reducir los daños y las pérdidas. A una semana de las inundaciones que impactaron España por un evento meteorológico sin precedentes por su magnitud, se nos recuerda que nuestras capacidades de anticipación, preparación y respuesta son claves para evitar impactos, y más importantemente evitar desastres y catástrofes. Y es por eso que en este proceso de gestionar riesgos es necesario interiorizar de una vez por todas que los desastres no son naturales, sino que son socialmente construidos como consecuencia de falencias que nos evitan anticiparnos, prepararnos y responder. Que los desastres no sean naturales, nos da la oportunidad de gestionarlos y prevenirlos, pero para eso es urgente no olvidar que hay que mejorar la coordinación institucional a todas las escalas, incrementar el financiamiento en adaptación al cambio climático mejorando la infraestructura, recuperado ecosistemas que naturalmente mitigan inundaciones, educando en temáticas de riesgos y emergencias e incorporando el conocimiento científico en el día a día de la población y las administraciones en la toma de decisiones. | Leer en La Tercera.