ONU recibe primeras propuestas de países para reducir emisiones (La Tercera)

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    (La Tercera, 02 de abril) El martes finalizó el primer plazo para entregar las metas nacionales para bajar gases de efecto invernadero. EE.UU., la Unión Europea, Suiza, Noruega, Rusia, México y Gabón cumplieron.

    Por Cristina Espinoza y Carlos González

    A medida que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI, como metano y CO2 ) en la atmósfera, sube la temperatura del planeta, y viceversa, según expertos liderados por la U. de Wageningen (Holanda). El mismo planeamiento que hace más de 20 años defiende la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc) y por el que los países han acordado bajar las emisiones de CO2 en pro de detener el alza de la temperatura del planeta en 2 °C, máximo.

    El protocolo de Kioto, primer acuerdo para bajar el CO2, logró que los países industrializados bajaran sus emisiones en 22,6% (aunque mucho de eso fue por la crisis), pero no ha sido suficiente. Por eso, a fin de año debe definirse un nuevo acuerdo, en el que todos los países -desarrollados o no- tendrán que contribuir, de acuerdo a sus capacidades.

    En ese contexto, Naciones Unidas ya está recibiendo las primeras propuestas de reducción. Este martes finalizó el primer periodo y 33 países -que representan un tercio de las emisiones globales- entregaron sus propuestas: la Unión Europea (28 países), Suiza, Noruega, Rusia, México y EE.UU.. Gabón lo hizo ayer.

    Las contribuciones van desde el 26% a 28% de reducción absoluta de EE.UU. al 50% de Suiza (ver infografía).

    La meta local

    En Chile, la consulta pública para determinar el aporte del país a la reducción de CO2 debía terminar el martes, pero sólo habían llegado 46 observaciones. Todas se refieren a la contribución en el sector forestal (100 mil ha en 20 años), que en el anteproyecto publicado por el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), no estaba detallada.

    Según Fernando Farías, jefe de la Oficina de Cambio Climático del MMA, la preocupación va por evitar que se reforeste con especies exóticas, por lo que ya trabajan con Conaf en los detalles.

    Sobre el porcentaje de reducción de emisiones (se sometieron a consulta dos opciones, donde bajar las emisiones hasta 45% por unidad de PIB, es la más ambiciosa, ver infografía) no ha recibido observación. Según Farías, tanto el sector industrial como el académico y ONG anunciaron que están preparando sus observaciones, por lo que el plazo se extendió hasta el 15 de abril.

    Finalizado ese periodo se preparará una nueva propuesta que será revisada por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático, a fines de mayo. En junio, Chile presentaría su contribución oficial ante la ONU.

    Las críticas a la meta propuesta se han centrado en la baja emisión de Chile comparada con países desarrollados, además de la inversión que tendrían que hacer las empresas -sobre todo eléctricas- y cuyos costos serían traspasados a los consumidores.

    María Isabel González, de la consultora Energética, dice que no cree que la ciudadanía esté consciente de ese costo, por lo que la consulta “sin ese antecedente no tiene mucha validez”. “Normativas ambientales estrictas como la chilena, con multas fuertes por no cumplimiento son más efectivas que la vía impositiva”, agrega.

    Para el MMA, en cambio, ambas metas en consulta terminan beneficiando al país en términos económicos y, a diferencia de las propuestas de países desarrollados (que deben cortar sus emisiones absolutas), en Chile estas seguirán creciendo incluso post 2030, hasta llegar a un máximo. “La reducción absoluta sólo la pueden hacer los países desarollados, la tendencia es que en Chile aumentarán”,dice Farías. Pero será menos de lo que sería de no tomar medidas.

    Pilar Moraga, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), quienes también preparan sus observaciones para la consulta, dice que de hecho, el compromiso chileno podría ser aún más ambicioso. Aunque hace falta más información para saber cómo llegar a esa meta, “estamos preparados y no va a significar detrimento para el desarrollo del país”, señala.

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