Como contrapartida, el agua se concentró en las regiones del Maule y Biobío.
Por Isabel Lamoliatte
La anunciada lluvia que prometía mojar a los santiaguinos la tarde del sábado y gran parte del domingo nunca llegó. En su lugar dejó nubes y temperaturas que bordearon los 18°C. ¿Qué pasó? «El pronóstico para este fin de semana fue particularmente incierto. Si bien el lunes se veía una probabilidad de lluvias débiles en Santiago, el jueves se sabía que eso no ocurriría», asegura el meteorólogo Roberto Rondanelli, académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile.
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