Según la Nasa, la temperatura fue 1,35 ºC sobre el promedio 1951-1980, la más alta para este mes. Científicos están desconcertados con el alza.
Por Cristina Espinoza
La cifra tiene asombrados a los climatólogos. En febrero de este año la temperatura de la Tierra estuvo 1,35 °C sobre el promedio del mismo mes entre 1951 y 1980, el rango utilizado por la Nasa para estas mediciones. Se trata de alrededor de 1,65 °C sobre la Era Pre-industrial.
Enero ya había fijado un récord (con 1,14 °C), pero el nuevo registro causó tal sorpresa que el propio director del Instituto Goddard para Estudios Espaciales (GISS), Gavin Schmidt -centro que lleva el registro desde 1880-, publicó los datos a través de su cuenta en Twitter, con el comentario: “wow”, y le han seguido una serie de análisis de otros especialistas.
“Normalmente no comento sobre meses individuales (demasiado de tiempo, no suficiente sobre clima), pero el mes pasado fue especial”, dijo el climatólogo, en la misma plataforma. Pero qué significa, todavía no está tan claro.
Maisa Rojas, investigadora de la U. de Chile y del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), concuerda con Schmidt al señalar que para un climatólogo, cuando se trata de un récord de un día o de un mes no resulta tan interesante, porque puede ser natural. Sin embargo “el cambio de este febrero respecto al anterior es realmente muy notable y en parte es explicado por el fenómeno de El Niño”, indica. El evento, declarado el año pasado se está debilitando, aunque aún hay posibilidades de que provoque que la temperatura global siga subiendo.
No es el único factor. El mapa liberado por la Nasa (ver infografía), muestra anomalías de más de 10 °C en algunas zonas del Hemisferio Norte, dice Rojas. “El cambio es gigantesto. Eso está asociado a un mínimo en el hielo marino, lo que siempre ocurre entre febrero y marzo, y que el mes pasado estuvo en un mínimo histórico. Cuando no hay hielo se hace mas cálido también”, explica.
La última vez que se produjo un peak de temperatura en febrero fue en 1998. Entonces, estaba presente un fenómeno de El Niño tan fuerte como el actual, lo que en general sube la temperatura global hasta seis u ocho meses más allá de su peak (que fue en diciembre). Sin embargo, el evento no explica el alza del todo.
“El Niño no es el único responsable de los números disparatados que estamos viendo. La influencia de El Niño en el Ártico todavía no es bien conocida y probablemente sea pequeña. De hecho, la influencia de El Niño en la temperatura global en su conjunto es probablemente pequeña, del orden de 0,1 °C o menos”, dijo el meteorólogo Eric Holthaus, en su blog en Slate. Lo que realmente está sucediendo, aseguró, es la liberación de casi dos décadas de energía del calentamiento global, que ha estado almacenada en los océanos desde el último fenómeno de El Niño fuerte (1998).
Laura Farías, oceanógrafa de la U. de Concepción e investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), explica que en la temperatura global están integrados todos los sistemas (Pacífico, Atlántico, Antártico, etc.), así que lo que ocurra a nivel regional no debería alterar tanto la temperatura. “Unos se enfrían y otros se calientan, pero que el promedio haya sido tan alto quiere decir que todos los sistemas han tenido una tendencia al alza, no podemos decir que es sólo el Pacífico Sur Oriental o efecto de El Niño, puede que haya mucho de variabilidad”, indica.
El alza de febrero es realmente significativo, “muy fuera del promedio esperado”, dice Farías, pero hay que esperar para ver si hay una tendencia. “Probablemente estemos en el quiebre y ahora va a ser sostenido el aumento, o puede ser un evento y volver a su normalidad o puede que de nuevo suba y se incremente a otra tasa. Indudablemente es algo inesperado, fuera de los pronósticos, no se puede saber si va a ser continuo”, dice.
Para saber si esto es una tendencia habría que esperar entre dos y tres años, aunque ya tanto los datos registrados como las proyecciones, muestran una predisposición al alza. Desde 2001, se han producido 15 de los 16 años más cálidos de la historia.
Impacto de bajar emisiones
Así como el calor que aporta El Niño puede permanecer por varios meses en la atmósfera, la energía provocada por los gases de efecto invernadero (en especial, el CO2), también.
Farías señala que aún no se sabe cuánto tardaremos en sentir los efectos de un alza o baja de las emisiones, si los países cumplen con su promesa de reducción. “Es un experimento que la humanidad está haciendo”, dice. “No va a ser inmediato, porque si bien la atmósfera mezcla muy rápido el nivel de gases, interactúa con el océano, la litósfera y las corrientes oceánicas que distribuyen el calor de forma mucho más lenta. Cómo reacciona puede ser de un año a otro o incluso decadal”, agrega.
Récord en Chile
Mientras en el Hemisferio Norte el invierno dejó temperaturas récord (2,76 °C sobre el promedio 1951-1980 y 5,36 °C en el caso del Ártico), febrero en Chile también fue más cálido de lo normal.
Claudia Villarroel, meteoróloga del Departamento de Climatología de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), señala que la temperatura estuvo un grado sobre el promedio (1981-2010) entre La Serena y Concepción. “El verano (diciembre-enero-febrero) en la zona norte fue uno de los tres más cálidos de la historia, superado por los de 1993 y 1998”, sostiene.
Las máximas registraron récords en varias zona del país. En San Fernando, por ejemplo, donde la temperatura máxima promedio del mes fue 30,6 °C (2,5 °C sobre la media), y en Calama la diferencia fue de 1,9 °C (26,5 °C en febrero). En Santiago, por otro lado, el promedio de las máximas fue 31,1 °C, 1,6 más que el promedio 1980-2010 registrado en la estación Quinta Normal.
Valparaíso y Concepción, en tanto, marcaron récords en la temperatura mínima promedio, de más de un grado sobre la media, en parte, porque también las noches fueron más cálidas.
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